Philip Kindred Dick lleva siendo desde 1982, año de su muerte, una fuente de inspiración inagotable para el cine de ciencia ficción, género literario que cultivó durante toda su carrera (que empezó allá por 1952).

La primera adaptación para la gran pantalla fue la mítica Blade Runner y hasta nuestros días sus relatos han ido inspirando perlas cinemátográficas y filmes de gran éxito como Desafío Total (Total Recall, 1990), Minority Report (2002) o Una mirada a la oscuridad (A Scanner Darkly, 2006).

Ahora con Next, Lee Tamahori dirije un thiller basado en en el libro de Dick The Golden Man (1954) dando una nueva vuelta de tuerca a las historias de manipulación temporal.

Aunque a priori, por los precedentes de director y actores, se podía esperar un filme de pura descarga adrenalínica dirigida a devoradores de palomitas y poco más, sorprende gratamente que, si bien se dan momentos puntuales en los que la acción nubla todo lo demás, la película se caracteriza por un buen guión e interesantes interpretaciones de Nicolas Cage y Jessica Biel.

Fiel a los relatos de Dick, que mezclan la ciencia-ficción con la psicología torturada que sufren la mayoría de sus personajes en permanente búsqueda de respuestas, Cage y Biel llenan la pantalla con momentos de dudas e intimismo respaldados por una historia de amor subyacente que, si en un princípio resulta extrana por lo dispar de la pareja, la buena química de ambos la hace sostenible y se convierte en el motor del filme.
Por contra, Julianne Moore se afana por hacernos creer la dureza de su papel sin que llegue a tragar en nigún momento, resultando con sus recursos secos y masculinos cargante por momentos.

En cuanto al guión, partiendo de la premisa de que Chris Johnson (Cage) puede ver 2 minutos de su futuro, eran inevitables las ya clásicas paradojas del filme de ciencia-ficción pero, aunque las hay, un gran punto a favor de la película es que se plantean dosificadas de tal modo que no es hasta el final cuando, con un ingenioso truco visual de inevitable participación informática, se exponen al descubierto de forma inteligente las habilidades del personaje al completo. El desarrollo del filme, aunque con pequeñas pero evitables incoherencias en el guión, no acusa altibajos en cuestión de ritmo y termina con una sorpresa que da sentido a algunos interrogantes que se plantean durante el mismo.

Probablemente no estamos ante la mejor adaptación de un relato de P.K.Dick y no está a la altura de otras grandes películas inspiradas por escritor de Chicago, pero es una más que interesante cinta a destacar por encima de la pobre cartelera que nos suelen dejar los veranos de celuloide.

J.J.L.S.