SINOPSIS:

Basada en los juguetes de la marca Hasbro y en su popular serie de animación, esta película de acción narra la búsqueda de los Transformers (unos gigantescos seres androides venidos de una lejana galaxia que deben ocultar su identidad como coches, aviones y varios tipos de artefactos electrónicos) en pos del origen de su raza, lo que les lleva a nuestro planeta mientras libran una épica batalla por su supervivencia en la que se verá envuelta la Humanidad.

a) Es un blockbuster puro y duro, todo efectos y poca trama, ¿una adaptación de unos juguetes?, bla bla bla…

b) Spielberg pone pasta, no puede ser mala; nunca he visto a Shia LaBeouf y hay ganas desde que se anunció que será el hijo de Indiana Jones en la cuarta entrega del famoso arqueólogo; el guión corre a cargo de Roberto Orci & Alex Kurtzman (que hicieron un buen trabajo en Mission:Impossible III)…

Pues bien, hay muchas tonalidades de gris entre el blanco y el negro.
Es innegable que peca de cierto humor absurdo y de personajes extremadamente idiotas e infantiles (lo de John Turturro no tiene nombre) y, obviamente, busca hacer taquilla con acción trepidante y mamporros a trochemoche, pero tiene muchas cosas buenas con las que quedarse.

Si uno espera de inicio una abrumadora dominancia de la acción, una larga introducción de al menos media hora se encarga de borrar cualquier expectativa de la mente: no sale un solo androide y hay momentos de auténtica película adolescente. LaBeouf y la espectacular Megan Fox (el propio filme se encarga de destacarlo, no soy sólo yo) hacen un papel más que aceptable y no se dejan amilanar por la animación por ordenador llegado el momento.

¿Los efectos especiales? Impresionantes claro; pero poco hay hoy en día que no se pueda hacer con un ordenador… Cada detalle, cada reflejo del sol sobre los bots, cada movimiento, cada gesto.. cuidadísimos. Pero me quedo con los protagonistas de carne y hueso, con el director, con el ritmo, con el entretenimiento. El film no aspira a más, nadie espera que se lleve 11 oscars. Dentro de lo que podemos y deberíamos esperar de la película, cumple de sobra.

Michael Bay, que recurre a situaciones sospechosamente familiares aunque para nada malas (ved La Roca o Armaggeddon y sabréis a lo que me refiero), consigue un ritmo que hace de Transformers un filme de lo más entretenido y regala a nuestros sentidos un par de cámaras lentas de lujo con un don de la oportunidad que pocos como él saben manejar.

Por otro lado, acompaña al filme una banda sonora compuesta por Steve Jablonsky que usa acordes de marcado carácter militar durante buena parte del largometraje que recuerdan a Independence Day o Armaggeddon y que cuenta con 2 o 3 temas de calidad, pero que se ve empañada de vez en cuando por la, a mi entender, errónea elección de temas de pop/rock para las escenas de persecución y acción.

En conclusión ¿es un blockbuster? Sí. ¿Es una película de acción y efectos especiales por un tubo? Sí; pero tiene algo más... Yo no soy de los que va buscando habitualmente esto al cine pero, aunque nos encontramos ante el que será (si Harry Potter lo permite) el taquilllazo del verano, es una cinta muy digna y entretenida.