Patrick John O’Hara Scott nació en Bristol (Inglaterra) en 1930, y tras recibir las primeras nociones musicales de su padre, miembro de la banda musical de la policía, continuó su trayectoria en el ejército, donde estudió clarinete, arpa y saxofón. En su juventud fue contratado por la prestigiosa firma Emi para participar en arreglos de temas de George Martin o Tom Jones, entre otros grandes artistas del momento.

Aunque colaboró con Henry Mancini y fue saxofonista en James Bond contra Goldfinger (Goldfinger, 1964), de John Barry, su primer largometraje acreditado fue Un estudio en terror, (Study in Terror, 1965), producción británica de James Hill sobre las figuras de Sherlock Holmes y Jack el Destripador. Desde entonces su carrera se relaciona estrechamente con el cine y la televisión, y entre muchos títulos olvidables como Satan’s Slave, Inseminoid o la italiana Mondo di Yor II, destacan auténticas obras maestras como El final de la cuenta atrás (The Final Countdown, 1980), Greystoke: la leyenda de Tarzán (Greystoke: The Legend of Tarzan, Lord of the Apes, 1984), o King Kong 2 (King Kong Lives, 1986), esta última una intolerable película pero con excelente partitura.

Su estilo es elegante, relajado y tremendamente británico, lo cual le  ha permitido desenvolverse con soltura en obras costumbristas como La cacería (The Shooting Party, 1985). Además, como se ha demostrado en sus composiciones para la serie de Jacques Cousteau, la característica sobriedad en el trabajo de Scott resulta idónea para documentales, que es a lo que el autor se ha dedicado principalmente durante los últimos años.