En muchos sentidos, la excelente serie de animación producida en los noventa sobre el hombre murciélago es la más interesante aproximación al personaje conseguida hasta la fecha, teniendo en cuenta los irregulares resultados artísticos de su periplo cinematográfico. Uniendo fuerzas con su habitual colaboradora, la desaparecida Shirley Walker, Danny Elfman, autor de las partituras de Batman y Batman Returns (Ambas de Tim Burton) recicló el leitmotiv que había creado para ellas convirtiéndolo en el que serviría de tema principal a las tres primeras temporadas del serial; luego, la compositora se encargaría en solitario de la música incidental, así como de un alternativo Main Title (Usado en la cuarta temporada) que, francamente, funciona incluso mejor que el primero.
El resultado es un completísimo muestrario musical repleto de pasajes épicos y sonoridades oscuras, disparatadas, intimistas o trágicas, según el caso. Un sinfín de estilos conviven en armonía para captar el heroísmo, la majestuosidad y el misterio que envuelven al enmascarado vigilante de la noche gothamita, en contraste con la sordidez de sus grotescos enemigos; todo ello sin sacrificar un conveniente regusto clásico que acerca el look de la serie al cine negro.
La ocasional extravagancia de las melodías creadas por Walker puede parecer ardua de aceptar, pero para comprenderlas lo primero que hay que tener en cuenta es el fin para el que fueron compuestas. Pese a su éxito entre el público adulto, Batman es un dibujo animado para todas las edades y no se puede pedir demasiada sofisticación a su narrativa; por ese mismo motivo la música se centra sobremanera en el refuerzo de la historia y en la descripción de sentimientos básicos y personajes cristalinamente definidos, pudiendo llegar a acusar cierta obviedad en sus conceptos.
La selección se presenta en dos compactos con una duración total de dos horas y media, pero pese a su extensión es imposible aburrirse con una obra tan variada y efectiva. Al talento de Shirley Walker se unen las aportaciones de otros autores como Michael McCuistion y Lolita Ritmanis, que también participaron en la serie permaneciendo siempre fieles a los patrones firmemente establecidos. Completa esta fantástica edición una suculenta entrevista con la compositora en la que, ayudándose de un piano, comenta como llegó a tomar forma el tema central.
M.M.M. |