Muy por encima de lo que se podía esperar de Brian Tyler, Dragonball: Evolution resulta ser una banda sonora de momentos muy acertados y estimulantes que, desgraciadamente, solo pueden ser apreciados en su totalidad si prescindimos de la película de la cual forma parte.

La revisión cinematográfica del clásico del manga con el que muchos crecimos (siguiendo capítulo a capítulo la serie anime desde que Son Goku levantaba faldas hasta que se convirtió en súper-guerrero) no hace honor a esta partitura. En un filme que se acerca más a bodrios como Death or Alive que a otra cosa, la avalancha de efectos sonoros en batallas (resueltas con igual torpeza que los romances, por cierto) quita protagonismo al score, desaprovechando la épica del sonido creado por el americano.

Si bien este trabajo no destaca por su originalidad, recicla con oficio recursos habituales del cine de acción y los combina con una pizca de notas orientales que, en escenas de transición y ausencia de combates, potencian en la medida de lo posible lo poquito que puede transmitir el bobalicón largometraje. Así las mejores escenas y cortes son aquellos que incluyen los dos leitmotivs reconocibles, uno principal que podemos escuchar en The Journey Begins o A Higher Calling, y otro asociado a Chi-Chi, en Lighting the Torches o End Game.

Siempre hay un pero... por no acabar de hacer las cosas bien del todo, en 3 o 4 pasajes recurre a la electrónica que tanto gusta a las nuevas generaciones, con dispar resultado. En pequeñas incursiones como Master Roshi se lo podía haber ahorrado, sin embargo es soportable en Chasing Dragonballs y Body Work, cortes carentes por completo de sonido orquestal, más sacados de un videojuego de Atari que de un estudio de grabación, pero que encajan en la dinámica de la escena.

Por no llevar a engaño, en conjunto no se puede decir que estemos ante una gran banda sonora pero sí ante una "gran banda sonora para ser de quien es"; estamos ante un rayo de esperanza, una pequeña posibilidad de que en el futuro Tyler haga algo más con su trabajo que decepcionarnos.

J.J.L.S.