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STAR TREK
Compositor:
   

MICHAEL GIACCHINO

Sello / Ref. Varese Sarabande 302 066 966 2
Duración: 45 minutos
Año: 2009
Lista de cortes:

1. 

Star Trek (01:03)

2. 

Nailin' The Kelvin (02:09)

3. 

Labor Of Love (02:51)

4. 

Hella Bar Talk (01:55)

5. 

Enterprising Young Men (02:39)

6. 

Nero Sighted (03:23)

7. 

Nice To Meld You (03:13)

8. 

Run And Shoot Offense (02:04)

9. 

Does It Still Mcfly? (02:03)

10. 

Nero Death Experience (05:38)

11. 

Nero Fiddles, Narada Burns (02:34)

12. 

Back From Black (00:59)

13. 

That New Car Smell (04:46)

14. 

To Boldly Go * (00:26)

15. 

End Credits * (09:11)
* = contains theme from "Star Trek" TV Series, Written by Alexander Courage

 

 
 
Lejana ya en tiempo y estilo la funcional música que Alexander Courage, Fred Steiner y otros prepararon hace 40 años para amenizar las aventuras catódicas del capitán James T. Kirk y su tripulación, el referente más inmediato de los incontables seguidores con que cuenta la longeva franquicia lo suponen sobre todo las inmortales melodías creadas por el maestro Jerry Goldsmith, cuyo nombre ha estado vinculado a la saga espacial desde su primer título cinematográfico. No ha sido el único; James Horner, Leonard Rosenman, Cliff Eidelman y Dennis McCarthy también tuvieron ocasión de participar, con desigual fortuna, en el inagotable viaje a las estrellas.
Teniendo en cuenta que la última incursión en la gran pantalla data ya del 2002 y que la serie Enterprise se canceló tras su cuarta temporada allá por el 2005, estos años de sequía en el mito galáctico han generado unas elevadas expectativas que no se lo ponían fácil a Michael Giacchino. Con tantos y tan dispares antecedentes, ¿Cuál sería la tendencia que habría de inspirar los pasos de esta nueva entrega concebida para la reinvención de la leyenda?
 
Lo cierto es que a estas alturas, el compositor de Perdidos ha sabido labrarse un nombre propio en el mundo de la banda sonora y muy especialmente dentro del cine de acción y fantasía, como demuestran sus creaciones para Speed Racer, Mission Impossible III o varias entregas del videojuego Medal of Honor; propuestas sólidas, eficientes y llenas de energía que lo avalan como digno heredero de la batuta en el esperadísimo relanzamiento del Enterprise. Por ello, consciente de sus capacidades y de lo que de él se espera, ha declinado vampirizar el talento de otros y no se supedita a influencias fácilmente identificables, si bien algún fragmento aislado de tinte místico puede guardar lejano parentesco con las creaciones de Goldsmith para cualquiera de sus películas.
Precisamente lo más admirable es que, aún fiel a su propia emergente personalidad, Giacchino no traiciona la arraigada tradición de la serie y consigue aportar toda la fuerza, la épica y el misterio que los aficionados esperan encontrar en un film de Star Trek, empezando por la recuperación de una eficaz fórmula estructural hoy desgraciadamente casi en desuso; la confección de un sencillo y efectivo tema central que inmediatamente se graba en nuestra retentiva, y sirve de eje a una vibrante composición que compensa su restringida variedad de melodías con amplitud de sentimiento y fluidez de tonalidades.
Apoyándose en el poderío de la Hollywood Studio Symphony Orchestra (Que además de ser el medio habitual del artista ya había interpretado otros dos títulos de Star Trek, First Contact y Némesis), el prometedor músico norteamericano construye una robusta partitura con fundamento totalmente sinfónico que, aunque no desecha momentos ricos en lírica como Labor of Love, ofrece su mayor aliciente en temas tan potentes como Nailin’ The Kelvin, Enterprising Young Men o el espectacular Nero Death Experience, donde ostentosos coros magnifican con acierto el impacto de un sonido brillante.
 
 
El End Title, con sus nueve minutos de duración, es un regalo para los oídos, una de esas espléndidas fantasías que ya no se hacen. Curiosamente, solo en los dos últimos cortes del compacto se recuperan algunos de los motivos creados por Courage para los episodios originales, y aunque seguramente se trate de una maniobra narrativa parecida a la que ejecutó David Arnold en Casino Royale, el hecho contribuye a evidenciar la fructífera creatividad de Michael Giacchino, cuyo nombre ya ha sido añadido con honores a la lista de los que, con su música, ilustraron los viajes de la astronave más famosa de la historia del cine. Aunque ya se veía venir, joyas así reconfirman al autor como uno de los pilares sobre los que se edificará el presente y futuro inmediato de la música de cine, al menos en su faceta comercial.

M.M.M.

 
Valoración:

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