¿Qué le pasa a John Ottman? Después de un largo flirteo por el mundo de los superhéroes que ya nos había hecho pensar en él como compositor oficial del género (al igual que le ocurrió hace unos años a Danny Elfman), su amigo Bryan Singer le brinda la oportunidad de embarcarse en un proyecto de mayor calado dramático; pero el músico de San Diego desaprovecha la ocasión de recuperar aquel sonido intenso, carismático e inteligente con que nos sorprendió en Sospechosos Habituales pergeñando un score vacuo y funcional que parece preparado en una sola tarde.

No faltan momentos sobresalientes como el fantástico They’ll Remenber You –interesante sobre todo por el acertado refuerzo coral- o Midnight Waltz. Salvo estas aisladas excepciones, son solo algunos cortes de tinte más lírico, como I’m Sorry o Operation Terminated los que dejan entrever la pericia del autor y salvan el score del absoluto aburrimiento; pero ni siquiera estos transmiten el compromiso esperable y resultan, en cualquier caso, insuficientes para valorar positivamente una obra que podría haber llegado a mucho más.

El que se conforme con una partitura efectista, ejecutada con corrección y ajustada al tenso clima de la película, posiblemente encuentre cierta satisfacción en Valkyrie; pero si lo que buscamos es personalidad, imaginación, y una resonancia que perdure en la memoria al menos durante los diez minutos siguientes a la audición, esta vez John Ottman no es nuestro hombre.