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Si 2006 fue un salto cualitativo para el Congreso Internacional de Música de Cine “Ciudad de Úbeda”, el presente, en su 3ª edición, ha sido el año de la confirmación. Estamos ante uno de los más grandes eventos sobre música de cine del mundo y promete larga vida con la implicación de grandes compositores, productores, medios de comunicación y multitud de aficionados.
No obstante, con ánimo de crítica constructiva hacia la organización, debemos decir que tanto éxito ha llevado a hacer del congreso de este año una empresa excesivamente ambiciosa y difícil de controlar, acarreando diversos retrasos y cancelaciones del programa por falta de tiempo.
El 20 de Julio, con un inmejorable recibimiento (sonaba Lady in the Water de James Newton Howard por megafonía en plena calle) llegábamos al centro de la capital del Renacimiento andaluz con la vista puesta en 3 días de numerosas charlas, galas y encuentros (además del concierto del sábado) donde poder ver, oír y tocar a Bruce Broughton, David Arnold, John Scott, John Debney (que repetía experiencia, esta vez como Presidente de Honor del Congreso), Roque Baños, John Powell, Robert Townson y demás invitados.

Entre la apretada agenda de actividades, tuvimos tiempo de asistir a las ponencias de John Debney, de David Arnold, la Gala de Premios Gold Spirit, la exposición de LPs de Miklós Rózsa y Basil Poledouris, la firma de discos por parte de los compositores y la comida con la organización y los autores el domingo en el Hotel “Ciudad de Úbeda”.

VIERNES 20
Ponencia de John Debney

En su segundo año en Úbeda, entregado plenamente a la tarea de presidir el Congreso, John Debney (con la inestimable ayuda de su asistente Melanie) dejó patente en el Auditorio del Hospital de Santiago su interés en hacer las cosas bien con la ponencia más trabajada de las que pudimos presenciar.

Tras una introducción del compositor californiano en la que expuso los temas que iba a tratar, proyectó cuatro escenas de filmes en los que había participado, inicialmente sin música y luego con ella:

Barnyard (2006), partitura de sonidos graciosos y ritmos country para una película de animación, sirvió para ilustrar la idea de que la banda sonora debe estar al servicio del filme y no siempre se pueden componer temas épicos y preciosistas.

Dreamer (2005), fue el contrapunto a la escena anterior. Una emocionante carrera de caballos con un trasfondo sentimental, arrancó los aplausos de la sala con un corte sencillo pero hermoso en el que Debney remarcó las sensaciones que quiso hacer llegar al público en la escena y la dificultad de integrar la sinfonía con los efectos de sonido.

En Georgia Rule (2007), con un corte mezcla de música orquestal y de sonidos tradicionales de las zonas rurales de América, hizo ver que pueden darse diferencias entre el director y el compositor sobre el enfoque que debe tener el score, pelea en la que generalmente gana el director (comentario que oiríamos de boca de más compositores durante el fin de semana)

Un marco religioso para una ponencia interesante

La charla, con marcado carácter didáctico, más orientada a los jóvenes compositores presentes que a los aficionados en general, tampoco estuvo exenta de interés para los segundos y se pudieron ver escenas y escuchar un tema de Evan Almighty (Sigo como Dios , 2007) secuela de Bruce Almighty (Como Dios, 2003), aún por estrenar en las salas de nuestro país. Bromeó sobre lo ligados que están últimamente sus proyectos a Dios (Como Dios, La Pasión de Cristo, Sigo como Dios…) y nos destripó la película con una escena en la que Steve Carrell a imitación de Noé, monta a decenas de personas y animales en un arca ante el anuncio de un segundo diluvio universal.

Acabando con una ronda de preguntas, que dejó satisfecha la curiosidad de los aficionados, John Debney reveló que en su juventud aspiraba a componer cada tema de la calidad de maestros como John Williams, Jerry Goldsmith o el presente Bruce Broughton, pero fue abandonando al darse cuenta de que debía encontrar su propio estilo. Afirmó no estar nunca satisfecho del todo con sus trabajos y que rara vez se ha encontrado copiándose a sí mismo o reciclando partituras rechazadas de un proyecto para otro.

Una conferencia muy interesante que, a posteriori, dejó en evidencia la falta de preparación de otros invitados.


Entrega de Premios GoldSpirit

El tiempo pasa volando en Úbeda, y tras recrearnos la vista con la colección de vinilos de Miklós Rózsa y el maestro Poledouris en la 1ª planta del Hospital de Santiago a media tarde del Viernes, se nos echó encima la hora de acudir a la Gala de Entrega de Premios GoldSpirit para bandas sonoras editadas en 2006.

Además de comenzar más tarde de lo previsto, la velada se alargó de 2 a 4 horas y el retraso acumulado al final sobre el programa original del congreso (que pareció no abandonarnos ya en todo el fin de semana), acabó con las ganas de sarao de la mayoría de los aficionados, organizadores y compositores.
Una duración a todas luces excesiva para un evento de estas características que pareció interminable (acabó a las 2:30 de la madrugada), hizo mella en el ánimo de los asistentes hasta el punto de ver auténticas caras de extenuación a la salida del Teatro Ideal, donde tuvo lugar el evento, y empañó la noche del viernes quitando protagonismo a lo que fue una gala de claro-oscuros, una cita bajo el mismo techo de complacencia y decepción.

En la exposición, la gala y fotos con los compositores

Aplaudimos a rabiar al oír el nombre de James Newton Howard, triunfador de la noche con 5 premios incluyendo Mejor Banda Sonora y Mejor Compositor gracias a Lady in the Water.

Fue francamente decepcionante la elección del (para nada malo) score de X-Men: The Last Stand de John Powell como Mejor Banda_Sonora_de_Acción,_Aventura_o_Thriller, por delante de partituras muy superiores a nuestro entender como Casino Royale de David Arnold (la favorita de Legend BSO que se tuvo que conformar con Mejor_Tema_de_Acción por "African Rundown" y Mejor Canción Original por "You Know My Name") o Superman Returns de John Ottman.

Sorprendente lo que gusta la soporífera y repetitiva banda sonora de El Laberinto del Fauno de Javier Navarrete que se llevó los premios al Mejor Compositor Español y Mejor Banda Sonora Española por delante del Alatriste de Roque Baños.

Y extremadamente curioso lo de Hans Zimmer que ganó el premio a la Mejor_Banda_Sonora_de_Drama por The Da Vinci Code, película que encajaría mas en el cine de aventuras o thiller, pero que por las características de la partitura la Asociación BSOSpirit decidió incluir en este apartado, y a la par cosechó una merecidísima nominación a la Banda_Sonora más_Decepcionante por Pirates of the Caribbean: Dead Man's Chest, que finalmente fue a parar a manos de Gustavo Santaolalla por Babel.

Además se rindieron emotivos homenajes a Bruce Broughton, John Scott y el desaparecido Basil Poledouris por el conjunto de su carrera.

A pesar del notable cansancio, a la salida aún hubo un grupo de valientes que no faltaron al paseo nocturno por la bella villa de Úbeda y a su, ya tradicional, degustación de cañas de chocolate.

SÁBADO 21
Ponencia de David Arnold

El sábado asistimos a la charla que dio David Arnold a mediodía, también en el Teatro Ideal (que no se resintió de la gala tanto como nosotros).

Dado el amplio espectro de impresiones y conocimientos que cubrió Debney la mañana anterior, el propio Arnold reconoció lo poco que podría aportar con la charla, que se iba a centrar en la integración de la música con los efectos de sonido y una muestra de los trabajos previos que presenta el compositor a director y productores antes de continuar con la orquestación de una banda sonora, las demos.

A palo seco, sin video alguno, escuchamos temas de Four Brothers (un film de violencia callejera con tintes argumentales y sonoros propios del Blaixpotation) en su versión demo y definitiva. Resultó poco claro y aburrido sin la escena correspondiente en el filme. Debney nos había malacostumbrado.

Scott se mostró atento a la charla de Arnold

Animó la ponencia la ronda de preguntas, que fue desde la narrativa de sus comienzos como compositor hasta una batería de cuestiones cargadas de segundas intenciones sobre su participación en la franquicia del agente 007, a las que Arnold respondió sincero y supo encubrir con sutileza las controvertidas respuestas a cuestiones sobre las polémicas intromisiones de Madonna y Sheryl Crow en Die Another Day y Tomorrow Never Dies (respectivamente).

Confesó su deseo de seguir trabajando para los filmes de James Bond y de llevar las riendas del proyecto incluyendo el tema principal dado que así, dijo, el resultado podría ser mucho mejor. Así lo pudimos apreciar en Casino Royale, donde los temas en los que se integran acordes de la canción compuesta junto con Chris Cornell “You know my name”, son los mejores.


Compositores, orquesta y coro ensayando

J.J.L.S.


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