JAMES BOND CONTRA GOLDFINGER |
(Goldfinger, 1964) |
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Compositor: |
JOHN BARRY |
Lista de cortes (Edición de Capitol Records del año 2003): |
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Letra: GOLDFINGER |
(Escrita por Lionel Bart) |
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Goldfinger.
He's the man, the man with the midas touch.
A spider's touch.
Such a cold finger.
Beckons you to enter his web of sin
But don't go in.
Golden words he will pour in your ear,
But his lies can't disguise what you fear,
For a golden girl knows when he's kissed her,
It's the kiss of death from
Mister Goldfinger.
Pretty girl beware of this heart of gold
This heart is cold.
Golden words he will pour in your ear,
But his lies can't disguise what you fear,
For a golden girl knows when he's kissed her,
It's the kiss of death from
Mister Goldfinger.
Pretty girl beware of this heart of gold
This heart is cold.
He loves only gold,
Only gold.
He loves gold. |
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ºº |
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EL HOMBRE CON EL TOQUE DE MIDAS
En su tercera incursión, 007 vuelve no solo para quedarse, sino para hacer historia. La guerra fría, la organización Spectra y las amenazas de la vida real se apartan ante un James Bond más osado, que marcará estilos e instaurará modas. La repercusión mundial de James Bond contra Goldfinger convertiría al agente británico en el modelo masculino a imitar, o como se ha dicho posteriormente, el hombre que todos los hombres desean ser y con el que todas las mujeres desean acostarse. Como inspirados en el villano de la función, Harry Saltzman y Albert R. Broccoli ya podían presumir de convertir en oro aquello que tocaban; y lo mismo podía decir el ya afianzado John Barry, pues su maestría tiene mucho que ver en la consolidación del mito e incluso en lo que ha llegado a ser hoy día. |
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Los productores, sintiéndose ya seguros y en disposición de un presupuesto mucho más elevado, optaron por adaptar una de las obras de Fleming que, por encima de la seriedad argumental, permitiera mayor lucimiento de medios. Las ambiciones de una producción como Goldfinger, mucho más ostentosa visualmente que sus precedentes, exigían también un complemento musical ampuloso y comprometido, para lo cual a esas alturas Barry estaba más que cualificado.
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Esta vez el autor inglés tuvo la oportunidad de componer su propia canción, -en esta ocasión para los títulos iniciales- que aunque no fue nominada a los Óscar conseguiría un Disco de Oro y llegaría a superar en ventas a los Beatles. (Como anécdota premonitoria, en una línea del guión Bond se refiere a la inadecuada temperatura de un vino alegando que "es peor que escuchar a los Beatles sin taparse los oídos"). La interpretaría la también británica Shirley Bassey Verónica -hoy conocida como Dame Shirley Bassey-, cuya voz potente, desgarrada e incisiva se ajustaba perfectamente a la desafiante melodía concebida por Barry. El éxito fue tal que propulsó astronómicamente la carrera de la cantante y propició que repitiera suerte en Operación Trueno (Aunque finalmente su tema fue desechado), Diamantes para la eternidad y Moonraker. |
Esas archifamosas notas que cualquier aficionado sabría tararear, conforman -junto con el tema de James Bond- el eje en torno al cual gira casi toda la partitura, tornándose agresivas, sugerentes o melódicas según la situación lo requiera. Pero también es reseñable el esfuerzo de Barry en cuidar el resto de los pasajes incidentales que, aunque siguiendo las mismas pautas que en Desde Rusia con amor, han ganado en riqueza y descriptividad. Cortes de acción como Down Raid on Fort Knox o The Arrival of the Bomb and Count Down, implantan la esencia de ese llamado sonido Bond que no caduca, y apuntalan la personalidad de un autor que ya ha encontrado su estilo, sobre el cual trabajará y evolucionará hasta la fecha. |
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Pese a la importancia de esta obra no ha sido hasta el 2003 cuando, gracias a Lucas Kendall, hemos podido disfrutar de un compacto remasterizado y completo. Los cortes Golden Girl, Death of Tilly, The Laser Beam y Pussy Galore's Flying Circus, suponen una valiosa recuperación omitida en casi todas las ediciones anteriores, la mayoría incompletas y de insuficiente calidad auditiva. (Aunque sí aparecen en la recopilación Best of Bond: 30th Anniversary, editada en 1992, de la que hablaremos más adelante). |
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La extensa trayectoria de 007 ha sido acompañada por sonidos para todos los gustos, pero seguramente ninguna otra pieza define con tanta precisión la esencia del personaje y de su época; su energía, su sarcasmo, su sex-appeal, su glamour, su autosuficiencia... Por eso podemos atrevernos a afirmar que, en la historia de la música de cine, hay un antes y un después de Goldfinger. |
M.M.M.
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