GOLDENEYE |
(Goldeneye, 1995) |
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| Compositor: |
ERIC SERRA |
Lista de cortes (Edición de Capitol Records del año 2003): |
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Letra: GOLDENEYE |
(Escrita por Bono & The Edge) |
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See reflections on the water
more than darkness in the depths
see him surface in every shadow
on the wind I feel his breath
Goldeneye I found his weakness
Goldeneye he'll do what I please
Goldeneye no time for sweetness
but a bitter kiss will bring him to his knees
You'll never know how I watched you
from the shadows as a child
you'll never know how it feels to be the one
who's left behind
You'll never know the days, the nights,
the tears, the tears I've cried
but now my time has come
and time, time is not on your side
See home move through smoke and mirrors
feel his presence in the crowd
other girls they gather around him
if I had him I wouldn't let him out
Goldeneye not lace or leather
Golden chains take him to the spot
goldeneye I'll show him forever
it'll take forever to see
what I've got
You'll never know how I watched you
from the shadows as a child
you'll never know how it feels to be so close
and be denied
It's a gold and honey trap
I've got for you tonight
Revenge it's a kiss, this time I won't miss
now I've got you in my sight
With a Goldeneye, golden, goldeneye
with a goldeneye, goldeneye.
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REFLEJOS DE LA GUERRA FRÍA
Pierce Brosnan hacía al fin realidad su sueño. En 1986 se presentó a los castings para The Living Daylights, pero su compromiso con la serie Remington Steele le impidió hacerse con el papel. Esos antecedentes televisivos tan poco estimulantes nos hicieron temer el inicio de otra frívola época similar a la de Moore pero, a pesar de las muchas críticas que Timothy Dalton recibió a posteriori, su fugaz participación había dejado una sólida y beneficiosa herencia que no iba a perderse. |
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Los conflictos legales surgidos entre la productora Danjaq y la Metro Goldwyn Mayer retrasaron 6 años el estreno del siguiente film, durante los cuales Timothy Dalton optó por desvincularse de 007 para embarcarse en nuevos –y no muy afortunados- proyectos. Tras la larga pausa, Broccoli estaba decidido a reconciliar el mito con el público, para lo que consideró conveniente remozar algunos aspectos que empezaban por el propio protagonista; en esta ocasión un aún interpretativamente inmaduro Pierce Brosnan que se esforzó, sin embargo, en hacer un respetable trabajo. Sustituir el clásico Aston Martin por un más moderno BMW o recurrir a la firma italiana Brioni para el vestuario fueron otros pequeños cambios que, aunque anunciados a bombo y platillo, no repercuten en el acabado de la cinta. |
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Un nuevo mundo con nuevos enemigos, rezaba la publicidad; pero el mayor adversario de 007 no sería el general soviético conectado con las mafias, ni la sádica asesina que utiliza su propio cuerpo para matar, ni siquiera el doble cero renegado que desea vengarse de Gran Bretaña. No, el villano más letal con que el superespía nunca se haya enfrentado es un despreciable megacriminal francés que, en una sola aventura, hizo a Bond más daño que Goldfinger, Blofeld y Scaramanga juntos, sin más armas que su batuta, su sintetizador y su propia voz. Sí, estamos hablando de Eric Serra. |
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En su búsqueda de una nueva fórmula que acercara el sonido Bond a los 90, Broccoli cometió un terrible error al contar con este infecundo compositor, cuyas anteriores obras de la calaña de Nikita o León no presagiaban nada positivo. Si dejamos un micrófono grabando en una siderúrgica, probablemente recoja cadencias más agradables que ese castigo auditivo perpetrado por Serra; una colección de inconexos ruidos principalmente electrónicos que ni merecen el calificativo de música, y que por supuesto fueron objeto de toda suerte de merecidos vilipendios por parte de los aficionados y la crítica especializada. |
Sin orden alguno ni tendencia definida, este nefasto autor es capaz de mezclar molestos ritmos generados por sintetizador con pasajes melódicos de ejecución sinfónica (Como We Share the Same Passions o The Severnaya Suite), estos últimos mucho mas tolerables pero tan mal ubicados en la película que al final resultan tan incómodos como el resto. Los temas de acción, además de desagradables al oído, son frustrantes por su total falta de garra; y ¿Qué decir de los momentos supuestamente ambientales, como Ladies First? es mejor remitirse al ejemplo que ponemos, porque no hay palabras para describir semejante desbarro. |
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Los productores se dieron cuenta del inminente desastre justo antes de estrenar la película y, seguramente temiendo las reacciones de los fans cuando, en la mejor escena de acción, escucharan ese humillante corte llamado A Pleasant Drive in St. Petersburg, decidieron suplirlo por una composición orquestal más que decente (Omitida en el compacto, pero presente en la recopilación Bond Back in Action 2) que encargaron al arreglista John Altman. El enfado de Serra fue notable pues, según él, habían mutilado parte del espíritu que pretendía insuflar al nuevo 007 pero ¿A quién importaba lo que dijera semejante negado? Gracias a esa maniobra de última hora, al menos se salvó una buena secuencia del film. |
De esta lamentable banda sonora, solo podemos quedarnos con la digna canción de los créditos iniciales, que escribieron Bono y The Edge para la poderosa voz de Tina Turner; el resto (Incluyendo la penosa canción de los títulos finales, escrita por Serra e interpretada por él mismo) es puro desecho, de tan ínfimo nivel que sirvió al productor para aprender de su error. Antes de la elección de Serra otros candidatos fueron tenidos en cuenta para el trabajo como Robert Folk o Michael J. Lewis, quien incluso llegó a preparar una demo de lo que hubiera sido su partitura; nada espectacular, pero sin duda mejor que la que al final se impuso. |
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M.M.M.
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