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EL HOMBRE DE LA PISTOLA DE ORO
(The Man With The Golden Gun, 1973)
Compositor: JOHN BARRY
Lista de cortes (Edición de Capitol Records del año 2003):

1. 

Main Title - The Man With The Golden Gun (02:37)
Vocals by Lulu

2. 

Scaramanga's Fun House (04:39)

3. 

Chew Me In Grisly Land (04:01)

4. 

The Man With The Golden Gun (02:32)
(jazz instrumental)

5. 

Getting The Bullet (02:45)

6. 

Goodnight Goodnight (05:22)

7. 

Let's Go Get 'Em (03:44)

8. 

Hip's Trip (03:21)

9. 

Kung Fu Fight (01:57)

10. 

In Search Of Scaramanga's Island (02:31)

11. 

Return To Scaramanga's Fun House (06:28)

12. 

End Title - The Man With The Golden Gun (03:05)
Vocals by Lulu

 
Letra: THE MAN WITH THE GOLDEN GUN
(Escrita por Don Black)
 
He has a powerful weapon
He charges a million a shot,
An assassin that's second to none,
The man with the golden gun.

Lurking in some darkened doorway,
Or crouched on a roof top somewhere,
In the next room, or this very one
The man with the golden gun.

Love is required whenever he's hired,
It comes just before the kill.
No-one can catch him, no hit man can match him
For his million dollar skill.

One golden shot means another poor victim,
Has come to a glittering end,
For a price, he'll erase anyone
The man with the golden gun.

His eye may be on you or me.
Who will he bang?
We shall see. Oh yeah!

Love is required whenever he's hired,
It comes just before the kill.
No-one can catch him, no hit man can match him
For his million dollar skill.

One golden shot means another poor victim,
Has come to a glittering end,
If you want to get rid of someone,
The man with the golden gun
Will get it done
He'll shoot anyone
With his golden gun.

KÁRATE A MUERTE EN PHUKET

Pese a su paupérrimo registro interpretativo, la simpatía que Moore despertó entre las masas le garantizaba continuidad por una buena temporada, pero ni su presencia ni la de un villano de excepción -secundado, eso sí, por un insufrible guardaespaldas- podían salvar de la mediocridad y el olvido uno de los capítulos más insulsos de la serie. John Barry también se contagió de la desidia que exhala El hombre de la pistola de oro, y compuso una partitura anodina muy por debajo de su media habitual.

Aparte ya de la pequeña pantalla, que aún sigue haciendo notar con fuerza su negativa influencia, sería el cuestionable género de las artes marciales el otro gran factor que, en 1974, habría de direccionar las aventuras de 007. Con tan dudosos referentes no había gran cosa que esperar, pero peor aún que la línea argumental resultaba ese efluvio vulgar y pueril que comenzaba a poner en peligro el espíritu de Bond, transformando su antes afilado humor en la trivialidad de un dibujo animado.
Quizá Barry hubiera querido hacer algo diferente a lo que hizo, pero su música debía supeditarse al exitoso precedente que fue Vive y deja morir, y al hálito tontorrón que ahora emanaba la serie; condicionantes perjudiciales para una partitura escasamente elaborada en la que, aunque no faltan algunos momentos sobresalientes, predominan los temas transitorios que poco aportan fuera de su función en el film.

Cortes como Scaramanga’s Fun House, que mezcla sin coherencia ni demasiado gusto multitud de estilos, dan muestra del aire socarrón y el humor burdo que gobierna la cinta, y tampoco la canción interpretada por Lulú –Herencia directa de la de McCartney- alcanza el nivel deseable, al verse obligado el compositor a trabajar con un sonido pop que nunca fue su especialidad.

Pero no hay una sola obra de Barry que no albergue un mínimo de interés y, además de las sonoridades orientales con las que el compositor tan bien se maneja, y que aquí recupera para complementar los escenarios tailandeses en que se desarrolla la acción, estrena una nueva orquestación más sinfónica del tema de James Bond que seguirá utilizando durante toda la era Moore, en la que viento y violines sustituyen al tradicional punteo de guitarra. Podemos oírlo en Let’s Go Get’em, un correcto corte de acción solo estropeado por un espantoso efecto de sonido que molesta por igual en el score y en la película.
De todas formas, lo mejor de la partitura es el tema de amor, Goodnight Goodnight; un motivo profundo y oscuro que, aunque lleva el nombre del personaje interpretado por la sosa Britt Ekland, parece más bien inspirado por la estimulante presencia de Maud Adams.
En este caso, el compacto de Capitol contiene exactamente la misma selección que todas las ediciones anteriormente existentes, aunque tampoco hay mucho que echar en falta. Como curiosidad hay que decir que el hoy veterano rockero Alice Cooper también grabó su versión un tanto extravagante del tema principal, que poco aliciente tiene salvo como rareza.

M.M.M.

James Bond volverá en La espía que me amó

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